C/ General Marvá 39, Entresuelo A – 03005 Alicante (España) – Tel: (+34) 661 35 72 77 eMail: metodobapne@percusion-corporal.com

El aprendizaje de esta especialidad sólo se imparte a ex alumnos del Máster Trienal en Neuromotricidad.
Nunca se imparte en cursos individuales fuera del contexto de la formación.

Especialidad Terapéutica

La importancia del ritmo y de la música en pacientes con daño cerebral adquirido es un instrumento de trabajo muy útil por la estimulación de la atención, concentración y función ejecutiva.

Mediante actividades destinadas a la estimulación de la atención dividida se potencia el trabajo motor porque cuando se canta se activa la corteza prefrontal y el lóbulo parietal, los encargados del control motor. Por ello, el cerebro no entiende o percibe la música sin movimiento.

La Fondazione Roboris de Roma estimula a sus pacientes con daño cerebral adquirido a través de los neurólogos Tripovic, Marchese y Catarelli.

Programa de especialidad terapeutica BAPNE
El daño cerebral adquirido puede ocurrir como consecuencia de enfermedades, disfunciones o accidentes fortuitos. Algunas de las causas más frecuentes de lesión cerebral son las siguientes:
Los pacientes con este cuadro médico presentan un deterioro físico, sensorial y cognitivo, siendo esta la razón por la que el factor atenciones, está siempre presente.

Estructura del Programa

La atención se les estimula sobre los tres mecanismos básicos que permiten su funcionamiento que son: selección, vigilancia y control.

La atención se le puede trabajar con actividades rítmico-melódicas, con la finalidad de trabajar los cinco tipos principales establecidos por (Sohlberg y Mateer, 1987,1989) que son: focal, sostenida, dividida, alternante, selectiva y alternante.

Es el tipo de atención más bajo porque nos da la capacidad de estar despierto y de mantener la alerta, y por ello la sensación de estar vivos. Implica la capacidad de seguir estímulos u órdenes. Es la activación general del organismo.

Habilidad para enfocar la atención a un estímulo visual, auditivo o táctil. No se valora el tiempo de fijación al estímulo. Al principio puede responderse exclusivamente a estímulos internos (dolor, temperatura, etc.)

Es la capacidad de mantener una respuesta de forma consistente durante un periodo de tiempo prolongado. Se divide en dos subcomponentes: se habla de vigilancia cuando la tarea es de detección y de concentración cuando se refiere a otras tareas cognitivas. El segundo es la noción de control mental o memoria operativa, en tareas que implican el mantenimiento y manipulación de información de forma activa en la mente.

Es la capacidad para seleccionar, de entre varias posibles, la información relevante a procesar o el esquema de acción apropiado, inhibiendo la atención a unos estímulos mientras se atiende a otros. Los pacientes con alteraciones en este nivel sufren numerosas distracciones, ya sea por estímulos externos o internos.

Es la capacidad que permite cambiar el foco de atención entre tareas que implica requerimientos cognitivos cognitivos diferentes, controlando qué información es procesada en cada momento. Las alteraciones de este nivel impiden al paciente cambiar rápidamente y de forma fluida entre tareas.

Capacidad para atender a dos cosas al mismo tiempo. Es la capacidad de realizar la selección de mas de una información a la vez o de mas de un proceso o esquema de acción simultáneamente. Es el proceso que permite distribuir los recursos de una misma tarea. Puede requerir el cambio rápido entre tareas, o la ejecución de forma automática de alguna de ellas.

Desde el punto de vista neurológico tiene un papel importante el lóbulo frontal dado que suministra un mapa para la distribución de los movimientos de orientación y exploración: representación motora. Destaca la importancia de neuronas que se activan previamente al inicio de movimientos sacádicos cuando estos movimientos se dirigen en búsqueda de objetos revelantes. Parecen intervenir en la planificación y organización espacial de la exploración ocular.